La compasión es una de las virtudes que sintió Jesucristo cuando estuvo caminando en la tierra, y que utilizó para sanar enfermos y perdonar pecados.
Nosotros como cristianos también debemos sentir esa misma compasión por los demás, para que podamos impartir del amor que hemos recibido gracias a nuestro Dios Todopoderoso.
La compasión por otros
Es importante que sepamos diferenciar entre la compasión y la lástima, ya que la compasión nos mueve a hacer algo por los demás, mientras que la lástima es simplemente una emoción sin acción.
Cuando le pedimos a Dios que nos llene de su amor y misericordia, y que nos haga sensibles a las necesidades de los demás, podemos entonces empezar a desarrollar la compasión por los que nos rodean.
En tu corazón debes sentir ese sentimiento que te impulse a ayudar para que como buen cristiano puedas dar de lo que has recibido.
¿Cómo podemos ayudar a otros?
Ayudar a los demás es muy sencillo, lo principal es que sepas aplicar la regla de oro, es decir, ponerte en sus zapatos para tratar de descubrir cómo se siente y qué es lo que necesita.
En algunos casos la compasión puede llevarnos a ayudar a alguien más al darle una ayuda económica, o al darle comida, o un lugar temporal donde quedarse, todo dependerá de la necesidad de esa otra persona.
Para ser más como Jesucristo debemos pedirle a Dios Padre que nos ayude por medio de su espíritu santo y que nos llene de los dones, frutos y virtudes para ser de bendición para otros.